La luz es un factor importante para el éxito de un anuncio; la iluminación es esencial para la vida nocturna del letrero. Los tipos de iluminación son muy variados, dentro de la cartelería ha tomado especial impulso el neón y el LED, por su ductilidad, durabilidad o menores costos que favorecen su uso; pero además existe el llamado Mapping Project. El sistema con gas neón tiene más de cien años: en 1910 el físico francés George Claude presentó un anuncio luminoso que lo empleaba; tres años después, Claude instaló, en la terraza de la Opera de París, el primer letrero monumental de neón, de la marca Cinzano, con letras de un metro de altura. Desde entonces estos carteles se apropiaron de calles y avenidas de las grandes ciudades. En los locos años ‘20, los artistas vanguardistas empleaban el neón para dar un efecto futurista y llegó a los Estados Unidos, donde se convirtió en un accesorio popular en la publicidad exterior, asociándose más tarde con el movimiento pop y sus artistas comerciales. A la Argentina llegó en 1927 de manos de técnicos franceses y alemanes que fabricaron todos los elementos necesarios para desarrollar esta técnica en publicidad. En otro ámbito, el húngaro-argentino Gyula Kosice fue el primero a nivel mundial en incorporar el neón a sus obras escultóricas y en la década de 1960, se incorpora definitivamente al arte argentino, con aporte de artistas como Marta Minujin. Unos años después, en 1981, se inaugura el Museum of Neón Art (MONA) en Los Ángeles, primer museo del mundo especializado en neón y más tarde abrió el Neon Museum de Las Vegas, ambos para exhibir, recoger, conservar, y estudiar el neón. El neón presenta muchas ventajas como fuente de iluminación: duración, bajo consumo, calidad de los colores y capacidad de programación con distintas secuencias, generando sensación de movimiento. Los carteles de neón son una herramienta publicitaria muy versátil, ya que se puede moldear para tomar la figura deseada: textos, líneas, formas de logotipos, figuras, y pueden presentarse en una gran variedad de colores que llaman la atención por la intensidad de su luz. También se utiliza para iluminar letras corpóreas. El neón es la conjunción de una fina realización artesanal y tecnología. Es recomendable, con boceto en mano, consultar con el proveedor para realizar sus artes finales, seguramente ofrecerá un catálogo de colores para seleccionar entre una variedad cada vez más vasta. El original deberá tener las medidas finales y ser situado en el espacio real, rodeado de otros elementos (como vidriera, frente del comercio), en lo posible de noche, para tener la certeza con la realidad más cercana de lo que se desea obtener como imagen e iluminación. Fuente USAL 27/05/2015 ep