Más allá de las diversas circunstancias, la industria gráfica ha mantenido su capacidad para responder a sus clientes.
En la pandemia, las empresas de todos los sectores han tenido que encontrar formas de adaptarse.
La pandemia de coronavirus cambió muchos aspectos de la vida cotidiana, desde la forma de relación entre familiares y amigos hasta la manera de trabajar. Una gran parte de los cambios vino en los negocios, en el trabajo diario y estos cambios se han reflejado en la industria gráfica.
Como todas las ramas de la industria a excepción de las empresas de e-commerce, la industria gráfica detuvo funciones al no ser considerada actividad esencial lo que afectó miles de negocios, esta no es la primera vez que la industria gráfica atraviesa por este tipo de desafíos.
Cuando la radio se convirtió en una opción popular en los hogares a principios del siglo pasado, muchas personas predijeron la caída de la impresión. Esto nunca sucedió.
En la década de 1950, cuando la televisión se convirtió en un elemento básico en los hogares de todo el mundo, se predijo nuevamente que la impresión desaparecería. No solo se mantuvo viva, sino que continuó compartiendo la mercadotecnia y publicidad.
La popularidad de Internet a principios de este siglo hizo que muchos predijeran que muchos aspectos de la impresión desaparecerían.
El mundo digital tuvo un impacto significativo sobre la impresión en muchos segmentos diferentes (como en los periódicos) y aún está creando nuevos desafíos que la industria debe superar, pero la industria de la impresión han encontrado formas de adaptarse y continuar realizando operaciones rentables, introduciendo nuevos servicios y tecnologías en sus negocios.
En la pandemia, las empresas de todos los sectores han tenido que encontrar formas de adaptarse y ser ágiles en la nueva realidad, que incluye pedidos a domicilio, distanciamiento social, desafíos en la línea de suministro y una gran cantidad de equipos de protección personal.
Muchas empresas han necesitado ser extremadamente ágiles y cambiar de dirección en sus operaciones para mantener sus puertas abiertas, sumado a la complejidad de mantener a sus trabajadores seguros y adherir a las políticas de salud y seguridad.
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