Las pantallas LED se han transformado en poco tiempo en un recurso común la hora de la comunicación visual. Una pantalla de LED es un dispositivo electrónico formado por una gran cantidad de pixeles integrados por diodos emisores de luz, en la cual se pueden mostrar datos, información, imágenes o vídeos. Los módulos de LEDs podrán ser monocromáticos de un solo color, bicolores con dos tipos de diodos o policromáticos con LEDs RGB rojo, verde y azul, los colores primarios de la paleta de colores de monitores, pantallas o proyectores, que forman pixeles, con los que dan vida a caracteres, textos, imágenes y vídeos, dependiendo de la complejidad de la pantalla y el dispositivo de control. Las configuraciones más utilizadas son displays indicadores, informativos, publicitarios y de alta resolución de vídeo a color para conciertos, publicidades, proyectos arquitectónicos, teatros, encuentros deportivos. Debido a su resistencia, ductibilidad, simplicidad para lograr la dimensión deseada de pantalla sin separaciones entre módulos o paneles, larga vida útil y facilidad de mantenimiento, se adaptan para uso en intemperie o en interiores. En las pantallas RGB se obtiene una importante paleta de colores, a través de la mezcla o combinación de la luz, que arroja una gran cantidad de colores similar al de cualquier proyector, televisor o monitor convencional, por lo cual su uso se ha extendido. En comparación con otros letreros, ofrecen dinamismo y un medio más rápido, fácil de sustituir y atractivo para los espectadores; además, su control puede ser centralizado en una red local con cable de transmisión de datos, o a distancia con fibra óptica, red inalámbrica o señales 3G o 4G. Las pantallas gigantes de esta tecnología se fabrican en varios módulos para conformar la pantalla completa, para facilitar su instalación, transporte y mantenimiento. Para conocer las características de las pantallas se considera la distancia entre pixeles, el tipo de LED, la resolución, la potencia máxima de consumo, la protección IP, la calidad de los diodos. Todos estos parámetros determinarán la vida, brillo, nitidez, contraste y confiabilidad de la pantalla. La pantallas gigantes de LEDs para exteriores tienen que ser protegidas contra el medio ambiente, en ambos lados: frontal y trasero. Su resolución se mide por la distancia entre pixeles, en milímetros. En las pantallas del tipo real pixel (un LED rojo, uno azul y otro verde), en la que tres diodos forman un pixel, la cantidad de pixeles abarcada tanto en la longitud horizontal como en la vertical, determinará la calidad de visión. En las pantallas de tecnología virtual (dos LEDs rojos, uno azul y otro verde) habrá cuatro diodos para formar un pixel, lo que crea una mayor densidad de pixeles en la pantalla, ya que el ojo humano percibe pixeles entre centros de otros, dando como resultado la visión de pixeles virtuales. 30/09/2015 ep