La búsqueda de una solución para la saturación publicitaria llevó a buscar soluciones de impacto con una inversión reducida. La saturación publicitaria hace que cada vez sea más difícil llamar la atención y diferenciarse del resto, además de encontrar una vía publicitaria en la que la inversión no sea demasiado grande y consiga un buen impacto en el público. La solución perfecta ha sido utilizar el denominado marketing de guerrilla, una forma que encontró Jay Conrad Levinson de reunir varias técnicas en una línea, aunque posteriormente otros autores fueron ensayando otras definiciones. Sin embargo, se podrían unificar todas en decir que el marketing de guerrilla es una estrategia publicitaria que utiliza técnicas poco convencionales y que requieren una inversión mínima para conseguir la máxima difusión mediática a través de ellas. Esta técnica funciona haciendo cosas que otros no hacen, acciones poco convencionales; debería ser algo que no se haya hecho antes, debe sorprender y causar que quienes la presencien la compartan, la comenten y se genere otra publicidad gratuita. El marketing de guerrilla utiliza muchísimas técnicas, pero las más conocidas probablemente sean el ambient marketing, que consiste en elegir un espacio con gran afluencia de público y transformarlo para enviar la publicidad a través de él. El flashmobs, esas reuniones “espontaneas” de numerosas personas preparadas para realizar una acción concreta que llame la atención en un ambiente público; la publicidad encubierta, hoy revitalizada por el marketing online, como el de los youtubers y los videos virales. Conseguir este éxito a través de estas técnicas no es fácil, por cada caso exitoso hay muchísimos que no llegaron a nada. Sin embargo, debido al bajo costo de este tipo de acciones, un éxito puede hacer famosa una marca. 31 de agosto de 2016 – ep