2023, UN AÑO PARA EL PACKAGING SOSTENIBLE

La tendencia de sostenibilidad llegó al mundo del empaque y durante el año que se inicia será clave estar atentos a los nuevos productos.

 

La pandemia convirtió al empaque en un elemento destacado para maximizar la protección, higiene y seguridad de los productos.


El empaque de las industrias alimentaria y cosmética evoluciona junto con las nuevas necesidades y tendencias del mercado: en los últimos años, a causa de la pandemia de coronavirus, se convirtió en un elemento destacado para maximizar la protección, higiene y seguridad de los productos. Siempre desde una perspectiva sostenible y responsable con el medio ambiente.
Una de las soluciones que se prevé que se incrementará este año es el desarrollo y uso de materias primas sostenibles (recicladas, biodegradables, compostables) ya que aumentó la demanda de embalaje y envases ecológicos.
Ejemplo de ello es el incremento de uso de film 100% biodegradable alimentario, un biofilm respetuoso con el medio ambiente y compostable industrialmente. Su principal ventaja es que las sustancias orgánicas en descomposición que forma, pueden ser usadas como fertilizante.
En las plantas de compostaje de residuos orgánicos se cumplen las condiciones de presencia de oxígeno, microorganismos, humedad y temperatura alta. De hecho, se recomienda compostar en estas plantas, que si bien no son exclusivas para envases, porque no las hay, sí que son las mismas para residuos orgánicos y films PLA y ambos se degradan hasta convertirse en CO2, agua, compost o humus.
Otra tendencia destacable por resultar rentable, práctica y sostenible, son los envases flexibles a medida con propiedades barrera que protegen doblemente el producto. Alargan su vida, y además, mantienen sus propiedades originales.
Este tipo de envasado inicialmente era destinado al sector de la alimentación y de la industria químico-farmacéutica, pero se convirtió en una nueva generación del packaging, ya que experimenta un gran crecimiento y suma adeptos entre productores de la industria textil, fertilizantes e incluso servicios promocionales.
Los envases flexibles sostenibles utilizan 75% menos de plástico que el envase rígido; reduce hasta 90% el peso y volumen respecto de vidrio o latas; disminuye costos de almacenaje, dado el reducido volumen del envase vacío; está indicado para la exposición en estanterías de zonas de venta y es una importante herramienta de marketing dada su vistosidad.