Hay locales comerciales que lograron algo que invita a consumir, recorrerlos, elegir, permanecer, ser parte o, sobre todo consumir. Esas ganas de estar se deben a una cuidadosa organización del espacio y otros elementos que hacen que el cliente desee entrar y principalmente volver. En los negocios más exitosos, cada aspecto se diseña pensando en el cliente: la mercancía y la manera de exponerla; la gráfica; la ambientación, la temperatura ambiente, la música y hasta la buena actitud de quienes atienden. La combinación de todos estos factores agrega valor a la oferta e impulsan la idea que transmite el comercio. La solución será crear un espacio con diseño simple e inteligente, planificando cada aspecto desde el inicio. Esto dará consistencia a todos los detalles que ayuden a definir un mensaje. Para poder lograr espacios comerciales atractivos con el objetivo de impulsar el deseo y la compra, se debe proyectar, concretar y mantener una idea fuerte, sostenible en el tiempo, con una consistencia que se vea en cada uno de los elementos que componen el espacio y den a la marca una identidad propia. Lo ideal será tener un proyecto integral desde la arquitectura, la decoración, la exhibición de productos, la etiqueta, bolsas, etc. Desde lo general a lo particular, todos los elementos deberían responder a la idea. Por eso, el diseño es un valor agregado que hace a la diferencia, que suma identidad y aporta un compromiso sobre la marca y el local. Todos los elementos como color, texturas e iluminación deberán convivir en equilibrio, para brindar una sensación armónica y lograr un efecto positivo en el cliente. En este caso, el significado del color es imprescindible, para transmitir la intención dentro y fuera del local. El local es el espacio donde el cliente vivirá la experiencia de compra. Cuanto más cercano, propio y acogedor lo sienta, mayor será el grado de relación que generará con la marca y el comercio. El movimiento es un elemento que se utiliza para llamar la atención, desde la vidriera y el acceso, como en el interior del local. Partir de una idea simple, fácil de relatar, de entender, de recorrer y de exponer es asegurarse que el cliente entenderá el mensaje. 19 de octubre de 2016 – ep