Se ha venido especulando acerca de la amenaza que la tecnología digital podría representar a la antigua técnica de la serigrafía. Algunas de estas especulaciones se han tornado reales y otras no, lo cierto es que en la pugna por la supremacía, ambas se han visto beneficiadas. La impresión digital en su desbordante frenesí no ha parado de conquistar espacios hasta el punto en que hoy podemos imprimir armas plásticas que funcionan y órganos vivos en 3D haciendo uso de una sustancia molecular en vez de tinta. Con seguridad la impresión continuará conquistando escenarios impensables. La serigrafía por su parte sobrevive bien en el ámbito industrial pero ha enfrentado desafíos para seguir siendo relevante en nichos en los que la impresión digital ha conquistado. Los serigrafistas han empezado a incorporar en sus talleres la tecnología digital para mantener márgenes competitivos en ciertos productos. Si hacemos un comparativo es obvio que el avance es más evidente en la tecnología digital, pero mentiríamos si pretendemos que la impresión serigráfica está acabada o estancada, al contrario, hoy por hoy es mucho más especializada y profesional. Así como hemos visto permanecer algunas marcas de impresoras digitales, también tenemos a los gigantes del sector serigráfico que permanecen desde mucho antes que aparecieran los protagonistas digitales, es el caso de M&R, AWT, Sefar, Ulano, Sinclair, Rutland, entre muchas otras marcas que permanecen y se han venido especializando. En multitud de ocasiones hemos especulado acerca de la permanencia en el tiempo o no de la serigrafía, yo considero que difícilmente desaparecerá, gracias a la sencillez de su principio práctico, con un arte, una pantalla, una emulsión, tintas, un rasero y un escaso conocimiento técnico, se puede plasmar en el substrato la imagen que uno desea sin que se requiera de grandes inversiones. Obviamente que esto es apenas una descripción burda y manual de una técnica que hoy en día es altamente tecnificada y especializada. Pero esta sencillez con la que se puede iniciar cualquier aficionado en el arte de la serigrafía es tal vez una de sus mayores armas para permanecer en el tiempo, sin ignorar lo romántico y artístico que resulta el uso de esta técnica en muchas aplicaciones. La facilidad para entrar en la impresión serigráfica permite que existan multitud de iniciativas que pretenden entrar en el mercado. Sin embargo pero son los más dedicados, profesionales y tecnificados los que a la postre logran permanecer. Hoy, la impresión digital es un complemento de la impresión serigráfica textil. En otros nichos de la industria gráfica cada uno tiene sus mercados definidos, dejando así para la serigrafía aquellos trabajos que requieren acabados especiales, con texturas, alto relieve, pinturas especiales etc., y tirajes de alto volumen en la serigrafía comercial; a su vez, se constituye también en complemento para los trabajos de impresión digital. Con todo, es preciso que el impresor serigráfico esté atento a los avances tecnológicos tanto de la serigrafía como de la impresión digital, para estar en capacidad de prever los giros futuros en su nicho de mercado y pueda responder y adaptarse. El auge de la tecnología digital no ha restado importancia a la impresión, al contrario le ha dado un dinamismo al valor de la imagen, ahora más que nunca vemos imágenes impresas por doquier y en medio de tanto colorido se hace más difícil sobresalir, por tanto la tendencia oscila entre lo más y lo menos buscando esa diferencia clave en medio de la multitud de imágenes que nos ofrece el mercado.