El esmerilado es una alternativa elegante para ventanas, mamparas o espejos. Aporta privacidad sin perder condiciones de luz. Decorar una oficina es una misión que se puede volver compleja y costosa si no se consultan todas las alternativas que están disponibles en el mercado. Hay opciones sutiles y elegantes para personalizar ventanas, mamparas o espejos, como el vinilo esmerilado. Este materiales está pensado para decorar o simplemente señalizar superficies de vidrio. Sus aplicaciones en recintos comerciales son variadas: aportan privacidad sin perder condiciones de luz. No permiten la visión de un lado a otro y ayudan a reducir las radiaciones solares y el calor. El vinilo esmerilado se presenta incoloro, gris perlado o con suaves tonalidades de rosa, verde o azul. Para la colocación, lo indicado es contar con especialistas, a fin de asegurar los mejores resultados de la aplicación. A través de la termoimpresión, estos vinilos se adhieren a todo tipo de tejidos, resistiendo lavados y planchados. Se estampan prendas de algodón, poliéster y mezclas varias de tejidos no siliconados. Hay que destacar que existe una amplia gama de colores, incluidos en plata, dorado y también en texturas como la aterciopelada. Este tipo de vinilo es ideal para marcar prendas, personalizar uniformes o estampar otros textiles con fines decorativos como almohadones o cortinas. El esmerilado da un aspecto granulado a la superficie del cristal, logrando que pierda su transparencia pero no el paso de la luz. El “toque” de privacidad es conveniente en oficinas, mamparas, despachos, recepciones, halls de hoteles, entre otros espacios. También pueden ser utilizados en cristales de cualquier tipo, incluso sobre metracrilatos. En ellos, está permitido incluir textos, imágenes o logotipos. El material es durable, lavable, y no dejará marcas en el cristal el día que se retire. Puede ser instalado en interiores y exteriores. 29/04/2015 – AGP