Las impresoras 3D salieron de los escritorios para avanzar hacia la industria, donde prometen convertirse en una seria alternativa.
La industria de la impresión 3D global podría superar los 8.000 millones de dólares en ganancias durante 2019 y estaría por encima de los 18.000 millones en los próximos cinco años, según los análisis realizados por una consultora internacional.
Esta tendencia de crecimiento de las ventas de impresoras 3D para la industria (cuyos costos superan los 100.000 dólares) se ha venido verificando en períodos anteriores, así sus ventas habían aumentado 22% en 2017 y se calculó que han registrado otro crecimiento anual de 27% en 2018.
Las previsiones para 2019 incluyen la posibilidad de que surjan las nuevas tecnologías necesarias para ayudar a que los pronósticos se conviertan en realidad y se pueda afianzar la industria de la fabricación aditiva en el mercado mundial de fabricación, valorado en 12.000 millones de dólares.
En el estudio sobre el sector de la impresión 3D, Context identificó que la categoría industrial fue la protagonista en 2018 y que en el área de los metales, se produjo el lanzamiento de nuevas tecnologías de impresión de procesos multi-ASTM de menor precio y tecnologías alternativas de múltiples procesos metálicos, con lo cual se abrió el camino para que las piezas metálicas de menor precio se produzcan de forma masiva en un futuro cercano.
En la categoría de impresoras de polímeros, los proveedores continuaron registrando sólidos volúmenes de ventas a medida que las tecnologías de fotopolimerización Vat y Powder Bed Fusion ocuparon un lugar central.
ep
