DISEÑO BAJO DEMANDA CON IA

La inteligencia artificial generativa acelera la personalización de piezas visuales y reduce los costos de producción.

Uno de los sectores más activos es el del marketing digital, donde las marcas buscan conectar con audiencias cada vez más segmentadas.


La inteligencia artificial generativa avanza sobre el terreno del diseño gráfico, el marketing y la creación de contenidos visuales con una velocidad inédita.
Hoy, modelos entrenados con miles de millones de datos permiten generar imágenes, videos y composiciones gráficas en cuestión de minutos, con un nivel de realismo que antes requería horas de trabajo manual. La novedad, además de la velocidad, es el grado de personalización que estas herramientas ofrecen.
Empresas de tecnología como OpenAI, Adobe o Runway ya ofrecen plataformas que integran capacidades de generación visual automática a partir de textos, estilos predefinidos o datos de usuario. Esto permite acelerar el prototipado de campañas publicitarias, envases o contenidos editoriales y también generar múltiples versiones adaptadas a distintos públicos, idiomas o plataformas. Según un informe de Gartner de 2024, el 60% de las campañas digitales incluirán algún tipo de contenido generado con IA para 2026.

Desafíos
A diferencia de los primeros usos de IA generativa, centrados en la automatización de tareas repetitivas, la nueva etapa se enfoca en la co-creación. Los diseñadores utilizan estas herramientas para explorar múltiples caminos estéticos en menos tiempo, con más margen para experimentar. La producción visual se convierte así en un proceso iterativo, más cercano a la interacción en tiempo real que a la ejecución lineal tradicional.
Uno de los sectores más activos en esta transformación es el del marketing digital, donde las marcas buscan conectar con audiencias cada vez más segmentadas. La posibilidad de generar piezas visuales que cambian dinámicamente, según el perfil del usuario —ubicación, historial de navegación, preferencias de consumo—, abre posibilidades para la comunicación uno a uno. En algunos casos, incluso, las plataformas de comercio electrónico adaptan en tiempo real la imagen de un producto, de acuerdo a la demografía del visitante.
Este cambio también plantea desafíos: desde los derechos de autor hasta la necesidad de revisar los modelos de formación profesional en diseño y comunicación. Pero la tendencia es clara: la creación visual se vuelve más ágil, personalizada y colaborativa.