CUESTIÓN DE ESTILOS

La arquitectura está estrechamente vinculada con el diseño de locales y, en ese sentido, es base de la atracción para los clientes.

 

Nos ocupan los estilos que más se utilizan por su funcionalidad, diseño o estilo que lleva a una globalización arquitectónica.


Los estilos de arquitectura tienen sus momentos exitosos que definen épocas y periodos. Otros apenas surgen caen en el olvido. Como las modas, también son cíclicos, aunque parcialmente. Los estilos de arquitectura tienden a tomar prestados elementos del pasado, pero a la vez ir hacia un futuro creativo e innovador.
Hoy, nos ocupan los estilos que más se utilizan por su funcionalidad, diseño o estilo que lleva a una globalización arquitectónica.
El estilo arquitectónico deconstructivista es una corriente vanguardista que surgió en la década de 1980, como una reacción al modernismo tradicional. Caracterizado por su enfoque en la fragmentación y descomposición de las formas arquitectónicas convencionales, el deconstructivismo desafía las normas establecidas de la arquitectura.
Este estilo llama mucho la atención incluso actualmente. Se sale de lo que se considera un estilo más tradicional o que se ha usado siempre en parte por la forma irregular que consigue y que atrae al ojo humano. Desde siempre, a pesar de los cambios en las formas de los edificios, se buscaba una simetría y una armonía. Este estilo no.
El estilo mediterráneo es uno de los que no pasa de moda ya que, a pesar de la creciente globalización, está ligado a una geografía concreta, de países como Italia, España, Grecia y Marruecos. Pero otros lugares que no dan al mar que le da nombre, también han apostado por él.
Las características distintivas del estilo mediterráneo incluyen el uso de materiales naturales como la piedra y la terracota, techos de tejas rojas, arcos de medio punto, balcones con barandas de hierro forjado y patios interiores ajardinados. Los colores estrella de este estilo son el blanco y el azul.

 

Otras estructuras
El Neofuturismo se utiliza en edificios emblemáticos más que en hogares y se ve, sobre todo, en las ciudades más grandes. Es una corriente que se desarrolló a partir de la década de 1960 como una evolución del movimiento futurista del siglo XX. Este estilo abraza la tecnología, la innovación y la visión de un futuro utópico, y se caracteriza por diseños que desafían los límites de lo convencional y buscan la fusión entre la arquitectura y la ciencia ficción.
El estilo High-Tech, también conocido como Tardomodernismo, surgió en la década de 1970 y alcanzó su apogeo en las décadas de 1980 y 1990. Se caracteriza por su énfasis en la tecnología, la expresión de las estructuras y sistemas, y una estética industrial futurista.
Fue una respuesta al modernismo que estaba estancado. Los edificios High-Tech a menudo exhiben elementos estructurales y mecánicos de manera prominente, como vigas de acero, conductos de ventilación y cables eléctricos a la vista.
El Art Nouveau floreció a finales del siglo XIX y principios del XX, principalmente en Europa. Este estilo se caracteriza por su énfasis en la naturaleza y la ornamentación curvilínea y orgánica. Los edificios presentan fachadas decoradas con motivos florales, líneas sinuosas y vitrales coloridos.
Este estilo promueve una estética que busca fusionar el arte y la arquitectura, incorporando elementos esculturales en la estructura de los edificios. Aunque su apogeo fue relativamente breve, su influencia perdura en la arquitectura y el diseño contemporáneo, especialmente en lo que respecta a la apreciación de la belleza natural y la originalidad en el diseño.