ALTERNATIVAS PARA EMPAQUES

El delivery requiere un manejo adecuado del presupuesto, incluyendo la compra de empaques para domicilios que se adapten a las necesidades del negocio.

 

Lo importante es identificar los materiales que mejor se adaptan a los platos «estrella» de la carta.


La pandemia favoreció el desarrollo de los pedidos de comidas a domicilio utilizando plataformas virtuales, lo que obligó a optimizar el presupuesto para la compra de los insumos alimenticios, sino también el destinado para los empaques.
Para los entendidos, la clave está en seleccionar empaques fabricados con materiales que más durables y que conserven la calidad de los alimentos, teniendo en cuenta cuáles son los platos que más se venden en el menú.
Hay una gran variedad de materiales disponibles, como plástico, cartón y espuma de poliestireno, y alternativas biodegradables y sostenibles. Cada uno tiene sus pros y contras.
La espuma de poliestireno es un aislante que ayuda a controlar la temperatura de los alimentos fríos y calientes. Aunque es económico, su impacto ambiental es muy alto. Los plásticos son fuertes, pero retienen bien la humedad, lo que puede disminuir la calidad del producto y, si no se reciclan adecuadamente, tienen un impacto negativo en el medioambiente.
El aluminio es duradero, sellable y no absorbente. También mantiene bien el calor, por lo que es perfecto para alimentos calientes. La desventaja es que no es apto para microondas.
El papel y el cartón son biodegradables, baratos, fáciles de imprimir y resistentes cuando se pliega correctamente. El corrugado proporciona aislamiento térmico y regula la temperatura. También existen alternativas de envasado sostenibles, como la caña de azúcar y los bioplásticos, que suelen ser más costosas pero mucho mejores para el medio ambiente.
No hay una respuesta única sobre empaques de alimentos. De hecho, ciertos platos de un menú pueden requerir más de un tipo de empaque para preservar la calidad de los ingredientes en tránsito.
Lo importante es identificar los materiales que mejor se adaptan a los platos «estrella» de la carta, e invertir en la compra de empaques para domicilios fabricados en dichos materiales. Esta estrategia, sumada a una posible reducción del número platos en la carta, puede ayudar para lograr una mayor rentabilidad.

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