Las impresoras murales automatizadas ganan terreno en la comunicación visual y el diseño de interiores.
Las impresoras murales, también conocidas como wall printers, están consolidando su lugar en el mercado global gracias a los avances en automatización, tintas ecológicas y conectividad remota. Este tipo de equipos, capaces de imprimir directamente sobre superficies verticales como muros de concreto, ladrillo, madera o vidrio, encuentran cada vez más aplicaciones en el diseño de espacios comerciales, arte urbano y decoración personalizada.
El mercado global de estas impresoras superó los US$ 2.000 millones, en 2024, con una proyección de crecimiento anual del 15% hasta 2030, según Allied Market Research. El impulso viene de la construcción, el retail y los sectores educativos, que demandan soluciones visuales de gran formato, durabilidad y bajo mantenimiento. China, Alemania y Estados Unidos concentran el mayor número de fabricantes y exportaciones.
Tendencias
En términos tecnológicos, la tendencia va hacia cabezales de impresión piezoeléctricos de alta precisión, tintas UV LED que secan al instante y software con funciones de mapeo automático del muro. Algunos modelos recientes incorporan sensores LiDAR para adaptarse a superficies irregulares, lo que abre la puerta a nuevos usos en exteriores y en patrimonios arquitectónicos.
El auge de la personalización también juega un papel clave. Desde murales hiperrealistas en hoteles hasta señalética artística en hospitales, estas impresoras permiten producir piezas únicas sin necesidad de vinilos ni montajes manuales. Además, su operación cada vez más intuitiva —con conexión vía app o nube— facilita su uso incluso en pymes y estudios de diseño.
Aunque el costo inicial sigue siendo elevado (entre USD 10.000 y 25.000 por unidad), el retorno de inversión mejora gracias a la velocidad de impresión (hasta 20 m²/hora) y la reducción de personal requerido. Se espera que en los próximos años estas soluciones se integren aún más con tecnologías como realidad aumentada y visión artificial, ampliando su impacto en la comunicación visual.