El sector fortalece su crecimiento con foco en la formación de equipos, la atracción de nuevos perfiles y la puesta en valor del oficio.
La industria de la comunicación visual continúa creciendo como un actor clave en la cadena productiva, acompañando a sectores tan diversos como el comercio, la industria, la cultura y los servicios. Detrás de cada pieza gráfica, cartel, sistema de señalización o imagen de marca, hay equipos que combinan conocimiento técnico, creatividad y oficio.
En este contexto, la incorporación y formación de personal se posiciona como una prioridad para muchas empresas. La demanda de nuevos perfiles crece, especialmente en áreas operativas, técnicas y de preimpresión, donde la experiencia práctica y la actualización constante resultan esenciales.
A su vez, la capacitación interna gana protagonismo. Más allá de la formación técnica, muchas firmas del sector apuestan a desarrollar habilidades blandas, fomentar la versatilidad en los roles y consolidar una cultura de trabajo colaborativa, en la que cada integrante comprenda su impacto dentro del proceso completo.
Con la mirada puesta en el futuro, también se valora cada vez más la incorporación de jóvenes talentos. Algunas empresas ya articulan con instituciones educativas o centros de formación profesional para promover pasantías o primeras experiencias laborales, integrando nuevas generaciones al ecosistema productivo.
El desafío, entonces, no es solo sumar manos, sino formar equipos estables, motivados y preparados para los desafíos técnicos y creativos que plantea un sector en permanente evolución.