EL PODER DE LO ANIMADO

Motion graphics, 3D y realidad aumentada transforman la forma en que se ven y se perciben los mensajes.

La animación ya no es solo un recurso para piezas audiovisuales. En 2025, el lenguaje visual adopta movimiento, volumen y profundidad como parte de su expresión cotidiana. Motion graphics, tipografía cinética, visuales 3D y experiencias en realidad aumentada (AR) están redefiniendo la forma en que las marcas comunican en entornos físicos y digitales.
Según el sitio Storylab.ai, el crecimiento de estos recursos responde a un objetivo claro: captar la atención en entornos sobrecargados de estímulos estáticos. Elementos visuales que se mueven, flotan, vibran o interactúan con el usuario generan mayor recordación y engagement. Esto es especialmente relevante en plataformas sociales, interfaces móviles y entornos híbridos como la cartelería digital o los eventos virtuales.
Las herramientas de animación y renderizado 3D se han vuelto más accesibles y rápidas gracias a la inteligencia artificial y la computación en la nube. Esto permite integrar efectos antes reservados al mundo del cine o los videojuegos en piezas visuales cotidianas: desde un póster animado hasta una visualización arquitectónica interactiva o un feed de Instagram con capas móviles.

Precisiones
Por su parte, la realidad aumentada (AR) se consolida como una de las apuestas más fuertes en branding y activaciones. En 2024 y lo que va de 2025, marcas globales comenzaron a usar AR para transformar empaques, escaparates y anuncios editoriales en portales inmersivos.
La combinación entre impresión física y contenido animado accesible desde el celular ofrece nuevas posibilidades para la comunicación expandida.
Para los equipos creativos, el reto ahora es integrar este nuevo lenguaje sin perder claridad ni coherencia en los mensajes.