Las impresoras de gran formato abren caminos más allá de la cartelería tradicional, con aplicaciones que amplían el negocio.
Las impresoras de gran formato ofrecen una vía versátil para diversificar el negocio en tiempos de incertidumbre económica, permitiendo explorar nuevos mercados sin depender exclusivamente de la rotulación tradicional y la publicidad exterior, según una nota por FESPA (Fédération of European Screen Printing Associations) sobre esta tecnología.
La principal fortaleza radica en la capacidad de estas máquinas de manejar una amplia variedad de sustratos, desde papel y plásticos hasta madera, metal, vidrio e incluso hormigón, gracias a tintas curables por UV o alternativas como las tintas de resina de base acuosa, que ayudan además a cumplir con criterios de sostenibilidad cada vez más valorados por clientes corporativos.
Esta versatilidad posibilita una gama diversa de aplicaciones, que va desde señalización general y gráficos para exposiciones hasta la decoración de productos y usos industriales, como la impresión de instrucciones en paneles metálicos, ampliando así las oportunidades de negocio más allá de lo que tradicionalmente se asocia con el gran formato.
Más allá de las aplicaciones planas, el gran formato también está encontrando espacio en nichos específicos, como la producción de papel pintado, impresión textil directa sobre tela y decoración directa al objeto, ya sea en pequeños regalos o artículos promocionales, lo que exige inversiones nuevas en equipos de acabado adecuados.
El artículo de FESPA subraya que, para acceder a estos mercados ampliados, es clave pensar en el sistema de pedidos frente al cliente, con portales online adaptados y estrategias.
Foto: FESPA




